Es una original versión histórica conjunta de los pueblos primitivos de la Hispania del Norte, habitantes de un territorio nunca controlado del todo por los sarracenos y al que llamaban La Gallaecia. Desde sus orígenes, las vicisitudes que vivieron para su supervivencia, sus luchas intestinas contra unos y otros invasores, sus costumbres diferenciadas, sus religiones primitivas y la cristianización que los unió, el arte y la cultura que produjeron, su lenta y progresiva romanización, y finalmente, la formación del reino astur-leonés que aglutinó en una sola entidad política, destacando el papel que su territorio desempeñó como escenario principal de la Reconquista y el nacimiento de un nuevo reino castellano-leonés hasta la liberación de Toledo a fines del siglo XI.